Mi plan no era ser amarilla,
yo no esperaba que las nubes estuvieran llenas de humo
de colores ácidos y que en la tierra
todo resultara para viciar, destruir o morirse
sé que miento
pero he resuelto escribir mis iras
y contarlas entre mutantes hombres
que se creen pubertos o han salido recién
contando, tal vez, con más de 30.
Nunca busqué el fracaso,
porque quise la gloria a toda costa
sin arriesgar en demasía;
pero es irónico y prefiero el sarcasmo.
Con tanta parafernalia
me olvidé el agua en el fuego
siempre me queda un asunto por resolver
sobretodo cuando el daño está hecho
y alguien tiene que pagar.
Entonces, solo quizás, me falte un poco...
pero solo un poco para que explote
mucho más que mis iras.
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