lunes, julio 09, 2012

Me quedan unas horas...

Tal vez de unos cuantos años,
pero mientras pasen,
yo permuto, vendo y alquilo la necesidad de acompañar las manchas de melancolía que no salen con desengrasante universal. Yo ofrezco muy poco de lo mucho que me queda, a menos que el pago sea proporcional al sosiego ausente. Yo y nadie, en sociedad anónima y discreta, alzamos la voz para hacer la oferta esperando la demanda, pero en cuyo caso que sucediese un suceso de mala aveniencia se firma contrato previo para permitirse el insulto sin respuesta alguna, bien sea no más por sacar a flote la ira interna pero que siempre sea en justa recompensa a la acción presente. Yo, en lo recóndito de lo que no me queda pero que puede hallarse, sustituirse, formarse...en esa profundidad de legalidades vaporosas y cambiantes, declaro que no he mentido, y si he mentido, de inmediato lo he sustituido por la odiosa y siempre necesaria verdad muy a pesar de que el consciente, subconciente y sus consiguientes le digan que así no ha sido, se equivoca.

Me quedan unas horas y recuerdo que mi soledad se ve acompañada de los que me recuerdan y los que recuerdo, que en compañía soy yo+otro, proseguiré en otro momento...que no es justo olvidar que estamos vivos.

el jueves, 21 de enero de 2010 a la(s) 18:32.

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