viernes, noviembre 15, 2013

Cocinera

Engaño a la rutina poniendo pequeños pedazos de sueño en el horno,
los pongo a la temperatura que tenga en ese momento el ambiente
intento ser yo sin fundirme en aquel que amo
es difícil, no ser una amalgama de cosas, 
porque uno es también aquello que ama.

Estoy llena de vicisitudes y visiones
que siempre van más allá de mi propia conciencia

lunes, septiembre 02, 2013

La Boheme, la boheme.

  • La bohemia, la bohemia escribía cartas de amor y desamor tomando una cerveza en el balcón de un bar.
    De vez en cuando miraba la luna.
    De vez en cuando miraba a los transeúntes sin importarle realmente el acontecer de sus vidas.
    A veces, algún visitante del sitio la invitaba y le cambiaba minutos de su tiempo escribiendo, por charlas que no llevaban a ninguna parte. O a ponerla en el papel de psicológa, de doctora del amor, con título honoris causa en rompimientos dolorosos.
    La bohemia, andaba entonces en un café, o en una sala donde pudiera acceder a la red que la conectara con otros en el mundo. Quizás con alguien que pudiera entenderla o que si bien no la entendía, la escuchara y por mucho que fuera feliz o estuviese triste, quisiera abrazarla, sólo por el hecho de ser ella... de cualquier forma que ella quisiera ser.
  • Ella nunca entrega sus cartas, pocas veces alguien puede acceder a ellas, en su mayoría las cartas no tienen un destinatario; son escritos de su mente volátil que le enciende el corazón en llamas y cada noche la consume hasta volverla cenizas, para renacer siempre, al salir el sol... cuando el despertador ordena que la vida sigue y el que se duerme pierde.